Melisa es abogada y le gusta hacerse notar y no pasar desapercibida. Defiende a un chico acusado de asesinato, que en realidad esperaba en un coche robado mientras su amigo cometía el asesinato de una chica. Pero el presunto autor no quiere confesar y exculparlo. Melissa descubrirá que su propia hija anda con las mismas compañías que estos chicos.